17 de febrero de 2011

Reconstrucción

Hoy decidí mirar mi vasto mundo. En realidad, está algo destruido, después de que lo puse patas arriba, lo di vuelta varias veces, lo sacudí, se me cayó, rodó por el suelo, y allí quedo. Y yo frente a él.

No está en ruinas, pero las piezas están por doquier, y juntarlas es una tarea titánica. Claro, es que el agotamiento atroz, la ceguera que tuve por unos días, y el dolor, vuelven las cosas más sencillas horriblemente difíciles. 

Organizar, pegar los trozos, que encastren unos con otros, volver a acomodar todo es tan complejo.

Te sentís tan pequeña, y ves cientos, no...en verdad, son miles de partes desperdigadas, y no saber por donde empezar. Que realizar primero, cual es lo urgente, y aquello secundario, de menor importancia.

Sería tan sencillo quedarse sentada, observando como ese rompecabezas va llenandose de polvo, mugre, musgos, basura, como lentamente se va pudriendo, siendo absorbido por el suelo. Tragado por él, hasta desaparecer, y quedar con la nada.

Pero no...

Belisa sale a recoger...
Belisa junta todo en forma silenciosa...
Belisa aún tiene esperanzas...
Belisa tiene manos amigas que desde lejos la orientan...
Belisa cree en recuperar su mundo...
Belisa sueña con un mañana mejor...

Y allí va Belisa buscando su sonrisa

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